Bogdan Gulyay es un fotógrafo nacido en Chernihiv, Ucrania en 1980 que trabaja la fotografía analógica en blanco y negro y con la técnica de gelatina de plata. Su primera experiencia fué a los 12 años cuando su padres le regalaron una antigua cámara de película Vilia. Era primitiva, de plástico y mala calidad, pero dejó en él unas increíbles sensaciones por la magia que descubrió en el cuarto oscuro y su luz roja. No volvió a usar cámaras analógicas hasta 17 años más tarde, pero cuando de nuevo volvió a sus manos una cámara de cine con película, la magia y aquellas antiguas sensaciones volvieron con ella, y así a finales del 2009 se embarcó en su nueva y definitiva aventura fotográfica.
Gulyay se hizo un nombre en la comunidad fotográfica de Ucrania con su impresionante proyecto en blanco y negro “Bare Nature” (2010 – 2014). Las imágenes analógicas de modelos desnudos en medio de paisajes de naturaleza salvaje estaban desprovistos de clichés fotográficos y muestran el anhelo del artista por “lugares sin tocar por los seres humanos” o “la castidad en una mujer en una sociedad que está loca por el sexo”. La obra de Bogdan Gulyay ha sido expuesta en numerosas ocasiones en Rusia y en Ucrania tanto en grupo como de manera individual, y sus fotografías se encuentran en museos y numerosas publicaciones de todo el mundo.
Además de su tremendo trabajo en blanco y negro, destaca también su obra en color, o mejor dicho, sus fotografías en blanco y negro coloreadas a mano, como las de su proyecto “My Sexy Chernihiv” (2014) que es un homenaje a la estética de la escuela de Kharkiv. Las fotos de modelos desnudas o semidesnudas sobre un fondo de paisaje urbano, son un homenaje a la ciudad donde vivió la mitad de su vida. Dicha serie es una combinación de magia y erotismo con la que el artista rinde tributo a las bellas mujeres de la ciudad. También nos recordará a otro de los grandes en dicha técnica, Jan Saudek, aunque este último localiza más su obra en lo grotesco, mientras Gulyay se decanta por la naturaleza y su simbiosis con el cuerpo humano. Tanto “My Sexy Chernihiv” como “Bare Nature” se encuentran publicados en formato de libro.
Los desnudos en la obra de Bogdan Gulyay tienen una naturalidad y una fuerza lejos de lo común. Ya no buscamos la perfección en dichos cuerpos, sino el sentimiento. Sus modelos son tan naturales como su comportamiento y expresión. No hay cuerpos perfectos y sin embargo todos destilan belleza. Son parte de la naturaleza y como tal son venerados. Pero el desnudo, si bien es importante en su obra, no es el único tema de este magnífico fotógrafo que investiga en la condición del género humano desde diversos puntos de vista y que deja reflejados en distintas series. Un repaso por su web nos conducirá por territorios más personales que reflejan las diferentes visiones del artista y su entorno.
“Fotografío por dos razones principales: La fotografía me ayuda a comunicarme con el mundo. Las cosas y las personas reflejadas en el negativos más fáciles y amigables de entender. La fotografía como acto de creación permite crear nuevas realidades, me conduce a otro mundo. Es la transformación de las cosas dentro de mi mente en realidad.”
Bogdan Gulyay
Si de crudeza se trata, el amigo Bogdan alardea sin reparo alguno. Abrazo Enkil!!
Si Gustavo, hay cierta crudeza que supongo se ve acrecentada por su situación territorial, experiencias personales y lugar de origen, pero también mucha belleza y un gran homenaje a la mujer y la naturaleza.
Un abrazo querido amigo.